Random House Mondadori. DeBolsillo
3ª edición: febrero 2010
267 páginas
Última palabra: criada.
Sinopsis:
¿Quién es esa muchacha que parece sonreírnos, bajo un complicado tocado azul, con una perla como único adorno? La modelo que utilizó Johannes Vermeer en uno de sus cuadros más famosos y admirados es un misterio que Tracy Chevalier tomó como punto de partida para escribir una de las mejores novelas históricas de nuestro tiempo: La joven de la perla.
En ella Griet, una muchacha holandesa de dieciséis años, entra a formar parte del servicio del afamado pintor Johannes Vermeer. Allí, seis niños malcriados campan por sus respetos bajo la volátil mirada de Catharina -la mujer del pintor-, su madre -Maria Thins-, y un ama de llaves -Tanneke- leal a las dos mujeres que regentan la casa. Griet tiene una manera particular, llena de devoción, de mirar lo que la rodea. Una sensibilidad que. a pesar de la distancia que marca la educación y la clase social, coincide con la de Vermeer. Algo que él ha percibido y que le ha llevado a introducirla en su mundo de artista. La intimidad que crece entre ambos, los rumores que proceden de la envidia, la lujuria de Van Ruijven, mecenas del pintor, y los celos de las mujeres harán que, tarde o temprano, llegue el escándalo.
Éste es uno de esos libros que, si no llega a ser por el reto, no hubiera leído. No es una historia que me llamara la atención, es más, me regalaron la película hace tiempo y confieso que todavía no la he visto. Ahora me alegro de ello, porque me ha encantado, y sé que si hubiera visto la película iría con ideas preconcebidas.
Hacía mucho tiempo que un libro no me enganchaba tanto y mira que llevo un buen ritmo (creo yo) de lecturas y, aunque me hayan gustado la mayoría de ellas, no sentía la necesidad de leer como con éste. Era un no querer soltarlo y un emocionarme y ponerme ansiosa cuando sabía que se acercaba el momento de retomarlo.
Quizá os suene exagerado, pero ésa es la magia de los libros, que nos hacen sentir cosas si lo lees en el momento correcto o tienes la suerte de conectar con él.
Esta historia realmente es muy triste e injusta, pero está contada de una manera tan bonita y cercana que es una auténtica delicia pasearse por sus páginas y no puedo hacer otra cosa que recomendarla.
Ya puedo ver la película, aunque sea por curiosidad, y, por supuesto, me apunto a la autora para futuras lecturas.
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