Editorial Planeta
Mayo de 2013
683 páginas
Sinopsis:
En la República del Gran Oriente Asiático está prohibido el rock, esa música decadente. Los jóvenes crecen en un estado totalitario y controlador que promueve la competitividad. Como medida de control de rebeliones, la administración pone en marcha el Programa: cada año, 50 clases de distintos institutos son elegidas para luchar a muerte en la Battle Royale.
Los alumnos elegidos son aislados en una isla. Las normas del juego son estrictas: no pueden escapar, no pueden contactar con el exterior, y sólo puede quedar uno.
Todo está permitido para sobrevivir.
Empieza el juego.
Empieza Battle Royale.
Asistir a la muerte de 42 personas (41 si sólo puede quedar una) sabiendo que no pueden hacer nada para evitarlo produce tal sensación de impotencia que te deja mal cuerpo. ¿Qué haría yo en una situación igual? ¿Lucharía, duraría hasta el final o sería de las primeras en caer? No quiero ni imaginármelo. Aún así, ésta es otra de esas novelas que no puedes dejar de leer y que no quieres que se acaben. Te engancha desde el principio y, al contener un mapa de la isla, puedes ir siguiendo los movimientos de todos los personajes y, a la vez, saber todo lo que piensan y sienten, ya que está escrito en tercera persona, y ver su desarrollo como persona y sus relaciones antes y durante el Battle Royale. Crítica a la influencia del Estado sobre la persona en todos sus ámbitos y la lucha por demostrar que se es una persona y no un número más. Por favor, leedlo.