Urano
Marzo 2020
256 páginas
Última palabra: ayudarte.
Sinopsis:
Créenos: cualquier rincón de tu casa puede ser un eficiente espacio de almacenamiento con un resultado muy decorativo a la vez.
¿Incluso la mezcla de ropa de verano e invierno del armario? Sí. ¿Y ese cajón de sastre tan temido? ¡Claro! Lo mejor de todo es que poner orden no es difícil de hacer y, además, es muy divertido.
Clea Shearer y Joanna Teplin, las organizadoras de hogares famosas en Instagram que han conseguido que su método THE HOME EDIT sea el preferido de millones de personas, nos ofrecen un enfoque muy especial para organizar nuestro hogar. Este libro te acompañará mientras ordenas tus pertenencias en cada habitación y las colocas de forma elegante y sencilla, ayudándote a encontrar un sitio para cada cosa y a conseguir mantener el orden a lo largo del tiempo. Cuando hayas terminado, no solo sabrás exactamente dónde encontrar las cosas, sino que también te encantará cómo ha quedado todo.
Cada cosa en su lugar está lleno de imágenes bellísimas y consejos prácticos, desde cómo colocar los platos de tus hijos para que sus pequeñas manos puedan alcanzarlos hasta cómo ordenar los productos de la despensa por colores: no hay nada como la gama del arcoíris para alimentar el alma. Y lo mejor de todo: será como tener a unas grandes amigas a tu lado para ayudarte a convertir en orden el caos.
Éste libro ha sido también mi última adquisición. En cuanto lo vi, lo estuve hojeando y las imágenes de los armarios ordenaditos, todo en cajitas... son hipnotizantes. Lo dejé en su sitio y me fui, pero se convirtió en una obsesión y decidí que me lo compraba.
Hace tiempo que quiero poner orden, tanto en casa como en vida, pero sobre todo en casa, pero me falta tiempo y cuando tengo algo de tiempo me faltan las ganas para ponerme a ello porque me da la sensación de que no me va a dar tiempo de hacer todo lo que tengo que hacer en ese rato, además de que voy cansada y para un ratito que tengo prefiero descansar o hacer algo de ocio que no ponerme a hacer faena. Así pues, la visualización de este libro me otorga una paz mental y una inspiración que quiero poner en práctica un día de estos, espero que más pronto que tarde.
Tengo que decir que el libro me ha decepcionado un poco en la parte escrita, esperaba más explicación y más justificaciones al porqué se hace como se hace o a dar más ideas de organización.
Como ya he mencionado, lo mejor son las fotos. Todo ordenado y bien puesto es muy reconfortante visualmente, pero me hace dudar de su eficacia a largo plazo, pese a que prometen que con un pequeño esfuerzo es fácil de mantener.
Hay imágenes donde me parece que el sitio que tienen está muy desaprovechado, con muchos huecos entre las cajas o una caja entera para dos pares de gafas, mientras que en otras se ve que hay mucha cosa y cada una tiene su lugar y está perfectamente colocado.
Otra cosa de la que me he dado cuenta es que parece que los estadounidenses compran mucho al por mayor o grandes cantidades, por lo que llenan toda una cesta con 10 botes de desodorantes o todo un hueco de armario con 60 botellines de agua.
También, el hecho de desechar todos los envases y guardar los productos en tarros de cristal (para productos tipo a granel como los cereales, los frutos secos o las galletas) me parece muy bonito visualmente, pero me parece poco práctico en la realidad, o abrir la caja de los palitos de las orejas y volcarla en una caja transparente, puestos de cualquier modo y sin tapa, me parece un poco antihigiénico.
El hecho de ordenar las cosas por colores del arcoíris, en ocasiones también hace desperdiciar espacio si hay pocas piezas de uno de los colores, además de que solo se puede aplicar a cosas concretas, como libros, juguetes o especias si tienes un montón.
Después de leer el libro, busqué a estas chicas en las redes sociales para ver más ejemplos prácticos y descubrí que tienen un programa en Netflix donde se dedican a ordenar espacios de famosas y de gente anónima. El programa se me hace un poco pesado, todos hablando a la vez, y una de las chicas me parece algo prepotente, pero ver los resultados que consiguen a veces vale mucho la pena.
¿Cómo puede ser que con todo lo negativo que he dicho me siga gustando? Pues más que nada porque sé que puedo aprovechar lo que vaya bien a mi situación y me resulte aplicable. Lo juntaré con el método KonMari que vimos aquí y con el plan de destrasteo de la página Home Storage Solutions 101 que aunque tiene demasiada letra y se me hace poco práctico de leer, además de que implica trabajo cada día del año, se publican imágenes de casos reales y de gente de a pie que ha conseguido ordenar el caos y del que también se pueden extraer muchas ideas.
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