Título original: The End Of The beginning
Ediciones B
1ª edición: febrero de 2009
144 páginas
Última palabra: principio).
Sinopsis:
Carlos el caracol nunca había vivido ninguna aventura. Y las aventuras, por lo que ha oído, son la llave de una vida feliz. Así que, con su nuevo amigo, Eduardo la hormiga, Carlos sale de viaje en busca de esas emociones que le han faltado en la vida.
Siguiendo la tradición de clásicos como El principito o Alicia en el país de las maravillas, esta historia totalmente original, fábula moderna de nuestros tiempos, rebosa ingenio, sabiduría y una profunda percepción del significado de las cosas... grandes y pequeñas.
Esta es la sinopsis que aparece en una de las solapas de la sobrecubierta, pero me gusta más el trocito de texto que sale en la contra, para que os hagáis una idea de cómo es el libro:
Los dos aventureros seguían su camino. Carlos iba cantando.-¡Para! -dijo Eduardo.-¿Que pare de andar o que pare de cantar? -preguntó Carlos.-Mira qué tenemos aquí -dijo Eduardo, señalando hacia delante.-No veo nada.-Exactamente. Hemos llegado al final de la rama.-¡Santo Cielo! -exclamó Carlos-. No me había dado cuenta. ¡Menos mal que no me he caído!Con gran cuidado, los dos animales avanzaron hasta el borde mismo. Desde allí observaron el cielo sin nubes.-El final de la rama -murmuró Carlos, más que nada para sí mismo.-El principio del cielo -murmuró Eduardo, más que nada para sí mismo.-¿Qué es, pues? -preguntó Carlos-. ¿El principio o el fin?
Este breve texto, junto a las preciosas ilustraciones de Tricia Tusa (sale el caracolito leyendo, ¡es un amor!) me animaron a querer leerlo. Además, de AVI, ya había leído un par de libros (La veritable confessió de Charlotte Doyle [Las verdaderas confesiones de Charlotte Doyle] que me decepcionó un poco y A les golfes en passa alguna [que no encuentro que se publicara en castellano, pero sería algo como Algo ocurre en la buhardilla] del que guardo buen recuerdo y que en algún momento reseñaré porque se editó en la colección catalana de El Barco de Vapor).
Tal como dice la sinopsis, le encuentro mucho parecido a El principito aunque algo más infantil: alguno de los pasajes te hace reflexionar, pero no sé si un niño o niña de unos 11 años pueda captar los mensajes y se quede en la bonita amistad del caracol y la hormiga y su viaje. Por otro lado, no veo tanto la comparación con la Alicia de Carroll, más que algún sinsentido que pueda aparecer.
Carlos es un caracol muy inocentón que despierta mucha ternura y Eduardo es una hormiga un poco sabionda que a veces puede sacar un poco de quicio. Los capítulos son cortos y casi todo en diálogos entre ambos donde se llega, al final del mismo, como a una especie de conclusión de la reflexión que se plantea, por lo que casi son capítulos independientes. Parece muy enrevesado, pero a la hora de leerlo se entiende. Algunos son un poco más sencillos y otros algo más reflexivos y profundos, por lo que creo que queda una lectura equilibrada.
Creo que este libro lo voy a buscar para mi hija, me ha interesado lo que escribes y en Google he visto que es un tipo barco de vapor, pero se lee bien, con palabras no muy complicadas. Gracias!
ResponderEliminarPara nada es complicado en cuanto a lenguaje usado. Lo que yo creo un poco más complicado es la capacidad de reflexión, pero supongo que dependerá de cada niñ@ y como no tengo relación estrecha con ninguno voy muy perdida (aunque entre lo que me explica Irene y que el otro día vino a la biblio una chica que este nuevo año iba a hacer de profe a niños de 14 y venía a buscar libros de lectura para recomendarles porque los que salían en el programa no le gustaban nada en cuanto a mensaje y demás y que ella mismo reconoció que a sus 14 años leyó Farhenheit 451 pero que a los niños de hoy no les podías dar eso a leer, ya me voy imaginando cómo está el panorama...)
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