Les marmotes fan vaga de Nicole Snitselaar

 

Editorial Comanegra

1ª edición: febrero 2013

29 páginas

Última palabra: mesos... [meses...]

Sinopsis:

Les marmotetes no tenen gens de ganes d'hibernar. Prefereixen jugar a fet i amagar, saltar per les muntanyes o nadar dins del riu fins que, de sobte, una àguila negra vola sobre seu...

Un llibre per llegir i per jugar... Que saps on és en Marc?

[Las marmotitas no tienen ningunas ganas de hibernar. Prefieren jugar al escondite, saltar por las montañas o nadar en el rio hasta que, de pronto, un águila negra les sobrevuela...

Un libro para leer y para jugar... ¿Sabes dónde está Marc?]

Me hizo gracia ver un libro sobre marmotas, así que le eché un ojo. Es una clara metáfora de los niños pequeños (claro público al que va dirigido el cuento) que no quieren hacer la siesta y se ponen hiperactivos a hacer de todo y corretear por todos lados para luego, pese a que digan que no están cansados, caigan rendidos. No tiene más.

Considero que la autora (o sobre todo la traductora) ha perdido la ocasión de que todos los nombres de los niños que intervienen empiecen por "Mar..." de "Marmota". Empezó bien con Marc, el protagonista, y siguió bien con Martina, pero luego ya lo perdimos con Laia, Júlia, Àlex, Pol... ¿Y dónde quedan Mar, Marcelo, Margarita, Mario o María, por ejemplo?

Las ilustraciones corren a cargo de Coralie Saudo y, aunque no se aprecia bien en el libro, me da que es un mix de distintas técnicas artísticas. Las marmotas, que más parecen huevos de pascua, tienen pinta de ser una base de cartón y tener la barriguita hecha con un plato también de cartón o una piedra plana pintada, pues se aprecia un poco de relieve en la misma. La gracia está en que cada marmota tiene un estampado diferente en el pelaje (rayas, círculos...) y el juego al que hace referencia la sinopsis es a encontrar a Marc en cada una de las ilustraciones sabiendo que su pelaje es el que tiene corazones.

Un librito curioso y que puede gustar a los más pequeños ya que los hace interactuar.

Pero, perdonadme, una huelga de sueño no la secundo.