27/06/2022

Hermanito -Miñán- de Ibrahima Balde y Amets Arzallus Antia

 

Blackie Books
1ª edición: octubre de 2021
134 páginas
Última palabra: papeles.

Sinopsis:
Esta historia arranca así: «Estoy en Europa pero yo no quería venir a Europa». Ibrahima Balde nació en Guinea, pero se vio forzado a abandonar su casa para ir a buscar a su hermano pequeño. No salió para perseguir un sueño. Abandonó su hogar para encontrar a la persona que más quería.
Es imposible no llorar varias veces durante la lectura de este libro. Pero no solo por la crudeza de esta odisea a través de fronteras y desiertos y océanos. Sino también, y sobre todo, por cómo está contada: con una mirada ingenua, castigada, arrebatadoramente poética y, en definitiva, única. La de quién ha sufrido todo y, sin embargo, tiene el poder de convertirlo en algo útil. En algo bello.
Solía sentarme junto a mi hermano y le hablaba, como ahora te hablo a ti. Le hablaba con la boca y con los ojos. Así las palabras no se caen.


Este punto del reto lo he retorcido un poco para que se ajustara a mi lectura elegida. Como intento limitarme a los libros que tengo en casa para ir tachando títulos de los pendientes, escogí este libro que originalmente se escribió en euskera. El truco está en que no lo escribió el propio Ibrahima, quien relata y protagoniza la historia, sino que fue Amets quien puso por escrito lo que aquél le explicaba. No se menciona en la lectura, pero por lo que se insinúa, creo que Ibrahima apenas sabe escribir, así que difícilmente podía plasmarlo él por escrito.
Del mismo modo que creo eso, también me sugiere que no sabe apenas leer. Y eso, junto a la cultura africana, que me parece más mística que la nuestra (no sé explicarlo con otras palabras), hace que Ibrahima se exprese como un niño pequeño. Te lo explica como si fuera un cuento, mencionado todo lo que se hace ("y yo le dije...") o, al contrario, suprimiendo cosas ("¿No?" "No." "Oke") por lo que es fácil de leer. Fácil en cuanto a sintaxis y redacción, con párrafos cortos, pero no es una lectura fácil por lo que expresa.
Nosotros, que vivimos en el llamado primer mundo, no somos conscientes de las facilidades que tenemos. Obviamente cada uno conoce su situación, pero dudo bastante que hayan vivido lo que vive esta gente en África. Así que sí, es una lectura dura pero necesaria para abrir los ojos de una puñetera vez a lo que está pasando en este mundo.

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