Lóguez Ediciones
2009
32 páginas
Última palabra: palabra.
Sinopsis:
La noche era fría.
El montón de estiércol, elevado.
Yo nunca había despertado al Sol. Madre se encontraba en la puerta de la cuadra y asentía.
Ella me creía capaz de todo.
Canté.
El Sol salió.
Yo lo había despertado.
Estaba ordenando la biblioteca cuando de repente vi este libro y me dio un vuelco el corazón. ¿Podía ser? Lo ojeé un poco. ¡Sí, era! Así que para casa que me lo llevé. Este cuento es la semilla de una de las películas de mi infancia, En busca del rey del Sol. La película es de 1991 y el libro original es de 2008, por lo que no me sirve para el reto largo de libro adaptado a película de animación, pero igualmente me ha hecho mucha ilusión leerlo por los buenos recuerdos que tengo de la peli. Valga decir que la peli tiene pinta de estar basada en Chantecler, una fábula dramática de Edmond Rostand de 1900, aproximadamente. Como la intención es revisionarla, profundizaremos más en ella en la videoteca.
El cuento que nos ocupa trata sobre la vanidad, cosa que no creo que los niños (público al que va dirigido) entiendan.
Nuestro gallo protagonista se considera el responsable directo de que salga el Sol por las mañanas, lo que le hace presumir ante todos los demás animales de la granja. Y aunque su amiga, la gallina Juani, le explica cómo va esto del Sol y demás, él sigue creyendo que está por encima de todos y de todo, lo que no me parece muy buena moraleja.
Las ilustraciones corren a cargo de Christoph Mett, las cuales creo que recogen algo de la influencia de la película a la que hemos hecho referencia y que podemos ver en el tupé del gallo. La portada misma ya nos indica la prepotencia del protagonista. Como curiosidad, hay un par de imágenes que se repiten, pero es tan sutil que si no estás pendiente de ellas no te das cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!