Ediciones B para El Periódico
1993
32 páginas
Última palabra: paz.
Portada: Antonio Bernal Romero
Adaptación: Cassarel
Dibujos: Juan Escandell Torres
Sinopsis:
No aparece en el cómic. Realizada a partir de su lectura. En la Inglaterra de 1194, normandos y sajones luchan entre sí bajo el reinado de el príncipe Juan, que intenta usurpar el trono mientras Ricardo Corazón de León, el rey legítimo, está prisionero en Alemania. En este contexto tendrán lugar luchas y torneos de caballeros, amores románticos y prohibidos, secuestros y venganzas.
Sobre la historia: No sé por qué pero no conocía al personaje y siempre que oía "Ivanhoe" me imaginaba una historia de indios americanos o al típico personaje tipo Davy Crockett con sombrero de piel de castor o mapache (un minuto de silencio por las almas de mis primos). Cuál ha sido mi sorpresa al ver que estaba completamente equivocada y que Ivanhoe es un caballero de la Edad Media que luchó en las cruzadas con los templarios. Es toda una aventura medieval que se complementa perfectamente con la historia de Ricardo Corazón de León que ya vimos, solo que desde otro punto de vista. Ésta me ha gustado más, tiene más sentido y lógica temporal y más acción.
Sobre el cómic: Ya hemos visto en multitud de ocasiones los dibujos de Escandell. Siguen siendo limpios y realistas, sin demasiados detalles y con fondo blanco en los primeros planos. Los colores son planos y abundan más los de tonalidad pastel.
Y la próxima semana nos volvemos a echar a la mar.
Jaja, que raro ^_^
ResponderEliminarIvanhoe es una de las historias medievales más conocidas. Yo pensaba que todo el mundo de niño (bueno, niños de mi época pre-videojuegos al menos, cuando leían más) había leído al menos una de esas versiones juveniles resumidas que se hacían de este tipo de libros.
De pequeña leía mucho, pero esas versiones juveniles que mencionas ya quedaron "anticuadas" en mi época, leía cuentos y libros tipo El barco de vapor o la colección Tucán de Edebé y ya de un poco más mayor esos libros "viejos" no me llamaban la atención. En el 93-94, como ya comenté en su día, llegaron a mí algunos de los cómics de esta colección, ya que mi abuelo compraba el periódico y me los regalaba y siempre que él iba al quiosco caía algún cuento o algún cómic para mí (de ahí que solo tenga un número de cada serie, como los de Mujeres de blanco que reseñamos en su momento, fueron regalo de mi yayo). Esos cómics de entonces fueron mi única aproximación a esas historias.
EliminarAhora, tirada por la nostalgia, me llaman más la atención estos clásicos y, además, con todos los libros que he heredado de mis abuelos, donde hay unos cuantos de estas adaptaciones, me resulta más apetecible ponerme con ellos.