30/03/2015

Terreno peligroso de Jack Higgins


Grijalbo Mondadori
1995
290 páginas.

Sinopsis:
En 1944, lord Mountbatten y Mao Zedong firmaron un acuerdo por el que los chinos se comprometían a prorrogar por cien años el estatuto de Hong Kong a cambio de ayuda militar. Dicho convenio, particularmente la copia británica del mismo, desapareció en un desgraciado accidente. Había quedado sin efecto antes de nacer.
Han transcurrido cincuenta años. El paso de la colonia a soberanía china se acerca; sin embargo, hay poderosos intereses económicos, incluida la Mafia, que no pueden resignarse a lo inevitable. El desaparecido y olvidado convenio adquiere inusitado valor, tanto para las oscuras fuerzas que quieren impedir la descolonización de Hong Kong como para el gobierno británico, que no desea interrumpir el proceso. De ese modo, el mayor Ferguson, del servicio especial del primer ministro, y el jovial y sagaz ex terrorista del IRA Sean Dillon se verán empeñados en una mortal carrera por un documento que podría cambiar los destinos del mundo...
Jack Higgins, que ya ha demostrado en su obra -buena parte de la cual ha sido publicada por Grijalbo- sobrado talento para la intriga de carácter político, ofrece con Terreno peligroso una panoplia de sus mejores recursos: dinamismo sin desmayo, acción a raudales y esa rara habilidad narrativa que siempre lleva al lector a preguntarse si será verdad lo que cuenta.

Octavo libro del Reto 2015: Con la H de Higgins

Vaya decepción... Lo que prometía ser una gran novela llena de acción, dinamismo y demás se queda en una simple demostración de lo bueno y perfecto (¡hasta habla con los perros!) que es el protagonista (para nada jovial ni sagaz, más bien chulo, descarado, engreído y creído) y una serie de situaciones estúpidas e insulsas que tampoco hacen preguntarte si será verdad.
Una lástima porque el tema hubiese dado para un gran libro y la verdad es que la novela empieza muy bien, pero va decayendo a medida que vas pasando las páginas para lanzarse en picado hacia el final de la misma.
Además, parece ser que le pagaban comisión por cada vez que escribía "bastardo", si no aparece esa palabra en cada página, al menos cada dos. Me gustaría ver el escrito original para saber si es un "error" de traducción, pero creo que nunca lo sabré.

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