Título original: The Southern Book Club's Guide to Slaying Vampires
Editorial Planeta
2021
478 páginas
Última palabra: quiere.
Sinopsis:
Patricia Campbell siente que su existencia es insignificante. Su marido es un adicto al trabajo, sus hijos adolescentes tienen su propia vida, su suegra senil necesita cuidados constantes, y siente que siempre va un paso por detrás de su interminable lista de cosas por hacer. Lo único que la mantiene viva es su club de lectura, un pequeño grupo de mujeres de Charleston unidas por su amor a las novelas de crímenes reales. En esas reuniones se habla de todo: desde la familia Manson a asuntos de sus propias familias.
Una tarde después de la reunión del club, Patricia es salvajemente atacada por una anciana vecina, lo que le llevará a conocer al atractivo sobrino de esta, James Harris. James es un hombre de mundo y muy leído que despertará en Patricia sentimientos que no había tenido en años. Pero cuando al otro lado de la ciudad unos niños empiezan a desaparecer y sus muertes son ignoradas por la policía local, empezará a sospechar que James Harris es más un criminal que una réplica en carne y hueso de Brad Pitt. ¿Cuál es el verdadero problema? James es un monstruo de una especie diferente, y Patricia le ha dejado entrar en su vida.
Poco a poco, James se irá introduciendo en la vida cotidiana de Patricia tratando de apoderarse de todo lo que considera suyo, incluido su club de lectura. Sin embargo ella no está dispuestas a rendirse sin luchar en esta historia plagada de sangre sobre una relación de buena vecindad transformada en algo siniestro.
Este libro se leyó en el club de lectura de julio. Es un libro al que le había echado el ojo hace tiempo y ahora que lo he leído me alegro muchísimo de no habermelo comprado. Sabéis qué significa eso, ¿no? Sí, que voy a echar pestes de él.
No me ha gustado nada. Mis expectativas iban por otros derroteros, pero al ver que no era lo que esperaba, decidí dejarme llevar, pero aún así, fue una experiencia muy desagradable.
El ritmo: es muy lento, muuuuy lento, sobre todo las 400 primeras páginas, para, al final, pasar a una velocidad de vértigo para la resolución. ¿En serio? ¿Me he tragado todo este tostón para que lo acabes en un plis? No, hombre, no...
Contenido que puede herir sensibilidades: no lo avisa por ningún sitio y hay escenas que, en vez de ser de terror, son asquerosas y totalmente innecesarias. No me refiero a sangre y vísceras, sino a bichos y cierto contenido sexual. En esta categoría podría incluir el machismo que desprenden sus hojas, que hay a quién puede herir, pero en este caso, y aunque cierta escena me puso de muy mala leche (tanto que me tiré días sin seguir leyendo), es una de las cosas positivas que le veo al libro: el fiel retrato de la sociedad estadounidense de los 80, el rol de la ama de casa y la relación cercana con los vecinos, haciendo comunidad, pero dejando en las afueras a los que son diferentes (los negros).
Otra cosa positiva que le veo al libro, y creo que ya son demasiadas, es que resulta una buena metáfora del depredador sexual convertido en la figura del vampiro, en este caso no un vampiro clásico, por lo que la similitud la veo más acurada.
Pero esos puntos positivos no son suficientes, para mí, como para recomendar y aprobar el libro. Como ya he dicho, y resulta un buen resumen, ha sido una lectura desagradable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!