Salvat Editores
1994
416 páginas
Última palabra: mejor.
Sinopsis:
Whistle Stop, una pequeña población del sur de los Estados Unidos, es el marco en el que se desarrolla la vida de dos jóvenes amigas, Idgie y Ruth, rememorada en los relatos de la anciana señora Threadgoode. Un reducido y efervescente crisol en el que los sentimientos más variados surgen, se entrecruzan, estallan y se marchitan, bajo la sombra siempre presente de la Gran Depresión americana.
No sé porqué, hace mucho tiempo, el nombre de esta novela me daba mucha grima. Vaya tontería, si hay nombres peores. Y ahora llevaba un tiempo con ganas de leerlo y ¡qué gustazo! Aprovecho para encajarlo en el punto del reto corto de libro escrito por mujer y me serviría para duplicar el del reto largo de recetas.
Pero a lo que vamos, el libro me ha gustado mucho. Los capítulos son bastante cortos y aunque al principio me liaba el baile de fechas, yendo y viniendo en el tiempo, al final leía sin fijarme en la fecha y ya sabía a qué época pertenecía.
La sensación que he tenido al leerlo ha sido en general muy agradable, me refiero a que me tenía enganchada porque todo fluía, pero el libro es bastante drama en muchos aspectos.
Me he sentido bastante parecida a cuando leí Matar un ruiseñor (aunque éste hubo trozos que hicieron decaer mi atención) y a Negra, no solo por cómo los disfruté en general leyendo si no porque ocurren más o menos en la misma época de la separación racial.
Idgie es un personaje maravilloso, el que más destaca de toda la trama.
Y el final es muy triste, no solo porque se acaba sino también por cómo acaba.
Un libro que he disfrutado mucho y que recomiendo sin dudar.
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